Estrategias cognitivas y metacognitivas al construir un texto
Cuando escribes los procedimientos que aplicas a partir de tus aprendizajes son: memoria, atención, comprensión y pensamiento.
Al escribir experimentas un proceso metacognitivo en el que enfocas estrategias según la intención comunicativa que deseas transmitir en tus textos. Es probable que no te hayas percatado, cuando escribes, de los procedimientos que aplicas a partir de tus aprendizajes como son: memoria, atención, comprensión y pensamiento; estos si lo identificas en tu redacción profesional te permiten optimizar tu tiempo y la calidad de lo que comunicas. Te invito a analizar las siguientes tres etapas:
La planeación: prepara y elige tu destinatario, el tema de acuerdo con la intención y finalidad, selecciona el formato, lee o infórmate sobre el tema y elabora un texto inicial (borrador) organizando tus ideas en mapas conceptuales o en apuntes desplegados. Con ello garantizas la coherencia y el ajuste al tema propuesto. En esta primera etapa, como emisor desarrolla tu creatividad al redefinir problemas, buscar lo que otros no han visto, descubrir nuevos puntos de vista y profundizar en tus propias motivaciones.Te recomiendo las técnicas: el crecimiento de las ideas, el torbellino, la estrella, el cubo, la escritura libre o la de frases empezadas, desenmascarar palabras clave, etcétera.
La textualización: ahora lee para escribir, activa los saberes de tu área de trabajo y los ajustas al contexto específico de su producción, ratifica o revoca las estructuras, ten en cuenta los recursos lingüísticos, estilísticos, así como la información relevante para tus destinatarios. Controla tu comunicación textual. Escribe y reescribe, porque significar en textos no es un proceso definitivo, sino que puede hacerse por partes al desarticular oraciones y párrafos. Aquí se desarrollan algunas otras estrategias cognitivas como: observar el empleo de las marcas de enunciación, analizar los marcadores discursivos empleados y su incidencia en la intencionalidad del texto; por otra parte, se ejecutan estrategias metacognitivas como: supervisar el plan y lo escrito según ese plan para llegar a un texto intermedio.
La autorrevisión: es el momento de leer para criticar y revisar; tu producto será el texto final. Corresponde ahora aplicar estrategias cognitivas como leer para identificar y resolver problemas textuales (faltas ortográficas, ambigüedades, problemas de referencia, incongruencias, tono inadecuado) mediante la comparación, el diagnóstico, la reformulación, la supresión, el desplazamiento de palabras, proposiciones y párrafos; todo ello teniendo en cuenta el tema, la intención y el destinatario. Las estrategias metacognitivas estarán encaminadas a la autorrevisión, verificación y autocorrección de la producción final (utilización del léxico adecuado, articulación entre la estructura semántica y la formal, tipología textual, patrones retóricos, estilo. La valoración de lo hecho incluye el análisis de los resultados de cada etapa (planificación, borradores o el texto intermedio) partiendo de preguntas como: ¿qué cambios debo hacer?, ¿se manifiesta mi intención?, ¿es coherente el texto?, ¿estoy satisfecho con él?
Una vez identificadas y aplicadas estas estrategias al redactar sentirás sastisfacción y seguridad, pues dominas las habilidades metacognitivas en la planeación, textualización y autorrevisión para tus textos.